“Mi jardín es mi más bella obra de arte. Todo lo que he ganado ha ido a parar a estos jardines. Todo el mundo discute mi arte y pretende comprender, como si fuera necesario, cuando simplemente es amor”.
Claude Monet (1883-1926) pintor francés Impresionista.
Este miércoles 06 y jueves 07 de septiembre, los estudiantes del nivel 3° Básico, junto a sus apoderados, participaron en la actividad de cierre del ABP «Mi Huerto Escolar», con el objetivo inicial de recuperar un huerto dentro del establecimiento educacional, para de esta forma cumplir con objetivos de aprendizaje en el currículum de terceros básicos, como también transversales que apoyan la convivencia escolar.
La actividad contó con una visita guiada al huerto a cargo de la psicóloga de Educación Básica y la psicopedagoga, quienes mostraron a los asistentes, todo el proceso, desde la preparación del huerto hasta la germinación de las hortalizas; vieron también a las lombrices y aprendieron sobre su función en el huerto.
Luego, presenciaron la linda obra de teatro “La Magia de las Verduras”, llena de canciones adaptadas de la cultura popular que destacan lo importante de comer verduras. En la obra, las verduras están tristes porque a los niños y niñas no les gustan, por lo que deciden buscar a un mago de la cocina que les ayude con trucos y poderes mágicos a que todos sean amigos.
Finalmente, los asistentes participaron de una degustación de productos cosechados en el huerto.
El huerto escolar como recurso pedagógico no solo ayuda a crear conciencia para que la alimentación de los niños y niñas mejore y sea más saludable, sino también a que se creen huertos ecológicos y se implante una agricultura sostenible que respete los ciclos naturales y utilice abonos orgánicos; de acuerdo con Educo.org, crear un huerto escolar aporta multitud de beneficios a los niños y niñas que participan en la actividad, como por ejemplo:
- Desarrollo de habilidades motrices. Plantar el huerto requiere remover la tierra y utilizar instrumentos con las manos como palas o regaderas, por lo que los niños y niñas mejorarán sus habilidades motrices.
- Trabajo en equipo. Los huertos escolares requieren que el grupo de niños y niñas sigan las indicaciones del profesorado y que se coordinen entre ellos para repartir todas las labores que hay que hacer en el huerto. El trabajo en equipo será una habilidad que utilicen a lo largo de su vida y promoverá, además, valores como el respeto o la igualdad.
- Responsabilidad. Cada niño y niña asumirá una responsabilidad en relación al huerto y esto les enseñará la importancia de tomar decisiones, asumir las consecuencias de las mismas y actuar con diligencia.
- Sostenibilidad. Los huertos escolares pueden ser una forma de enseñar a los niños y niñas la importancia de la sostenibilidad. Por ejemplo, se puede utilizar lo que se deseche del huerto (frutas que se han estropeado, etc.) como abono natural de los próximos cultivos. Otra idea es cultivar plantas pequeñas que crezcan rápido y que sirvan de abono a otras plantas. Pueden ser tréboles o alfalfa, entre otras.
- Aprendizaje sobre los alimentos. Los huertos escolares son una forma de que los niños y niñas aprendan las vitaminas que tiene cada fruta o verdura, qué alimentos son más sanos, o cómo elaborar comidas nutritivas con los productos que se cultivan.
Agradecemos la participación de los apoderados quienes son parte fundamental de este proceso de concientización y adopción de hábitos saludables por parte de sus hijos e hijas.
