UNICEF define al Ciberacoso o Ciberbullying como el acoso o intimidación a través de plataformas digitales, tales como: redes sociales, chats, videojuegos o APP. Es un comportamiento que busca repetidamente enojar, atemorizar o humillar a otros, lo que provoca en la víctima diversas consecuencias, tales como:
- Mentales: preocupación, vergüenza, baja autoestima, enojo.
- Emocionales: pérdida de interés por los gustos o pasatiempos.
- Físicos: Cansancio, dolores de estómago y cabeza, estrés.
En pandemia, esta conducta se ha incrementado debido a que las relaciones sociales a través de plataformas digitales se han convertido en una práctica recurrente para comunicarse, asistir a clases e interactuar con otros.
Sentirse víctima de acoso, puede alterar la conducta normal de la persona, impidiendo que se hable con franqueza, sinceridad o buscar ayuda al respecto. En casos extremos, el ciberacoso puede llevar a quitarse la vida; en nuestro país, el caso más emblemático ha sido el de Katherine Winter, quien el 22 de mayo de 2018, había determinado poner fin a su vida luego de haber sufrido un fuerte acoso en redes sociales.
Hispano Británico, rechaza categóricamente el acoso en todas sus manifestaciones, trabajando fuertemente en campañas de prevención y monitoreo de actividades de ciberacoso para la contención emocional de las víctimas y trabajo sistemático con los agresores y su familia a cargo de los departamentos de Convivencia Escolar, Comunicación e Inspectoría.
No queremos que el caso de Katherine, como tantos otros, se repita. Si eres víctima de acoso, debes manifestarlo; a tus padres, profesores, profesoras, amigos, amigas, inspectores inspectoras, encargadas de convivencia, o con quienes te sientas más cómodo. Eres una persona muy valiosa y nadie debe hacerte sentir lo contrario.
«Las personas que se aman a sí mismas no dañan a las demás, trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti mismo, no olvides que tu opinión sobre otra persona no le define, pero sí puede hacerle mucho daño.»